Cuando el presidente López Obrador presentaba el informe de trabajos y ayudas a los damnificados por el huracán Grace en el estado de Puebla, un grupo de inconformes irrumpieron en la sesión del Plan de apoyo a personas afectadas por el huracán Grace en Huauchinango, Puebla.
El mandatario comenzó con su discurso en el que destacó la diferencia de la entrega de apoyos en la actualidad, luego de que el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, y funcionarios estatales y federales dieron a conocer sus reportes y avances. Fue entonces cuando comenzaron los gritos de protesta y solicitudes. El Presidente hizo una pausa, se levantó de su lugar y pidió respeto, pero los gritos no cesaron y se dio que los manifestantes ingresaron al salón llegando hasta el lugar del presidente.
El presidente, ya levantado de su lugar y apoyado por personal de ayudantía, les ofreció que el secretario del Bienestar, Javier May, y la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, se quedarían en el lugar para que atendieran a las personas de Huachinango.
En medios de comunicación se dio cuenta que la protesta de pobladores de Huauchinango comenzó antes de que el presidente arribara al lugar y que incluso se les pidió que dejaran un espacio para el ingreso y posterior salida del equipo del presidente.
Según medios locales, el grupo que protestó es de personas damnificadas por el huracán Grace, quienes se quejaron de haber sido excluidos del censo de Damnificados del Huracán Grace, en partizcular en la Sierra Norte de Puebla.
Minutos antes, el gobierno de Puebla había destacado apoyos carreteros, de reparación de viviendas y de entrega de apoyos al campo.
En particular, el gobernador Barbosa enfatizó en que «el gobierno estatal respondió inmediatamente a damnificados, destinando más de 200 mdp para la reparación de más de 20 mil viviendas, más de 20 mil despensa y kits de salud e indemnizaron más de 40 mil hectáreas de cosechas».
Ante la imposibilidad de continuar con el evento el presidente anunció que terminaba el mismo pues tenía más actividades pero que funcionarios federales se quedarían a escuchar sus demandas.