Yamri Rodríguez Madrid

Entre tantas noticias que hubo la semana pasada en Veracruz, se diluyó la de los supuestos negocios que el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Ricardo Sheffield tiene en Veracruz. Y es que gobierno de distintos colores van y vienen y siguen viendo a Veracruz como la oportunidad para el business, para la tranza.

De acuerdo con Mexicanos contra la Corrupción, el funcionario morenista tiene desde octubre del año pasado, en sociedad con el delegado estatal de la Profeco, Bruno Rodrigo Fajardo Sánchez, un hotel boutique en Tlacotalpan, La Casa de las Sirenas. La investigación también arroja que el inmueble ubicado en dicho punto de la geografía veracruzana, que es considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, es propiedad de la esposa de Sheffield, según su declaración patrimonial.

Es pues un hotel de solo 12 habitaciones, todas decoradas con lujo y sobriedad, exclusivo para parejas, por lo que cuentan con tinas de hidromasaje, alberca, bar y terrazas, por lo que la noche de hospedaje está desde 3 mil.

Son dos casonas remodeladas a solo dos cuadras de la plaza central del bello Tlacotalpan; sí, ahí mismo donde el polémico Javier Duarte también tenía una casona de ese estilo para descansar y recibir a sus invitados VIP. ¿Sabe cuánto cuesta cada una de estas casas por la historia que guardan y por el título que tiene el municipio? Millones de pesos.

Del delegado veracruzano de la Profeco poco se sabe en este estado, pues es un funcionario federal que rara vez se acerca a los medios, nada comunica, vaya ni siquiera en un boletín desde que llegó al cargo en enero de 2019. Evidentemente está más ocupado en sus negocios personales. Por cierto, tiene un recurso interpuesto en su contra, el Expediente 948/2019 en el Juzgado Tercero De Distrito En El Estado De Veracruz en Séptimo Circuito, Federal. El Proceso inició el 25 de octubre del 2019 y cuenta con 17 notificaciones.

Su socio ha negado el hecho, pero el delegado veracruzano está calladito, calladito. Lo bueno es que el sello de la casa, el diferenciador, era la honestidad.

 

@YamiriRodriguez

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