Yamiri Rodríguez Madrid
Conurbado a la capital veracruzana, Emiliano Zapata es uno de los municipios más grandes en extensión. Es vecino además de Naolinco, Coatepec, Actopan, Puente Nacional, Jalcomulco y Apazapan. El desarrollo de la zona conurbada se da precisamente hacia ese municipio, pese a que uno de sus principales problemas es la falta de agua. Para que usted dimensione lo anterior, en 2010 tenía una población de casi 62 mil habitantes; diez años después aumentó a 85 mil 500.
Pese a este dato, para este 2022 solo dispone de un presupuesto de 121 millones 138 mil pesos, de los cuales, de acuerdo con el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), 18.5 por ciento se destina para caminos rurales. Le siguen en importancia los rubros de Fortalecimiento Municipal con 15 por ciento; Urbanización Municipal con 14 por ciento y Seguridad Pública Municipal con 12 por ciento.
Por debajo de esos montos están Bienes Muebles, Equipamiento Urbano, Protección y Preservación Ecológica, Vivienda, Auditoría, Deuda Pública, Acciones Sociales Básicas, Deuda Pública, Educación, Gastos Indirectos y Electrificación.
Sin embargo, en cero aparecen Drenaje y Alcantarillado, Salud, Planeación Municipal, Proyectos Culturales y Artísticos, Derechos Humanos, Infraestructura Productiva Rural, el Programa de Desarrollo Institucional Municipal, Prevención de la Violencia, Bienes Inmuebles, Estímulos a la Educación y Prevención Presupuestaria.
Así, entre las 79 obras y acciones a realizar este año destacan 5.5 millones de pesos para la construcción del centro de salud animal en Dos Ríos; 4 millones de pesos para la adquisición, suministro y colocación de luminarias; la misma cantidad para el arredramiento de maquinaria y 11 millones de pesos para el pago de sueldos a personal de seguridad.
De ahí en fuera son solo construcciones de algunas calles, de cuartos dormitorios y hasta cisternas en localidades como Estanzuela, Rinconada, El Chico, Miradores y Dos Ríos. Que así, en este año, difícilmente se ve un cambio para Emiliano Zapata.