Yamiri Rodríguez Madrid
Interesantes los datos que hace apenas unos días presentó la Secretaría de Gobernación (SEGOB), a través del estudio que realizó sobre cómo la población migrante y refugiada son percibidas, el cual fue publicado en la revista Movilidades 10, Análisis de la Movilidad Humana.
Por ejemplo, ahí se refiere que de los 23 335 extranjeros que radican en Veracruz, 56.9 por ciento son niñas, niños y adolescentes nacidos en otro país y, de ese universo, 93 por ciento tiene ascendencia mexicana, es decir que el padre, la madre o ambos nacieron en este país.
De este número se desprende toda una serie de aristas sumamente complejas como el hecho de que la gran mayoría de esos menores, a decir de los especialistas, no acuden a la escuela porque al ser la mediana de edad en Veracruz, de 16 años, su español es bastante débil, lo que complica en muchos casos sus procesos de aprendizaje. A eso sumemos que muchos carecen de documentación, lo que les impide que, al regresar con sus familias, puedan continuar sus estudios, sobre todo si son de municipios pequeños o comunidades.
Pese a que la política migratoria que en los últimos años Estados Unidos implementa, ha provocado un mayor número de deportados, principalmente de menores, no se ha diseñado ni en el plano federal ni en el estatal una estrategia gubernamental que atienda a estos niños y jóvenes que regresan a Veracruz, por lo que no darles una pronta respuesta sería mantener un círculo vicioso sobre esas familias. Los estudios de la academia ahí están, pero pareciera que no los consultan.
Y, por supuesto, está el otro lado de la moneda que es la cantidad de menores que migran con sus familias en busca de una mejor vida. Así, el fenómeno migratorio sigue siendo un problema grande para Veracruz y para el país que cada vez involucra a más menores.
@YamiriRodriguez