La batalla contra la pandemia del COVID-19 se sigue librando en todo el mundo, y aunque las vacunas han dado alivio, la comunidad científica continúa buscando alternativas para la cura. Es el caso de expertos de Israel, que han desarrollado un fármaco que ha logrado curar al 93 por ciento de los pacientes que sufrían un cuadro grave de la enfermedad en solo cinco días.
El Centro Médico Sourasky, en Tel Aviv, desarrolló el fármaco llamado EXO-CD24, que “podría cambiar las reglas del juego”, después de que en un ensayo griego alrededor de nueve de cada 10 participantes fueron dados de alta del hospital sin que un solo paciente terminara con un ventilador o intubado.
“El objetivo principal de este estudio fue verificar que el medicamento fuera seguro”, dijo el profesor Nadir Arber al periódico The Jerusalem Post. “Hasta el día de hoy no hemos registrado ningún efecto secundario significativo en ningún paciente de ambos grupos”, aseguró el inventor del fármaco.
Después de un primer ensayo realizado en Israel, el segundo se está llevando a cabo en Grecia, patrocinado por el gobierno de Atenas, en el que participan pacientes moderados y graves de hasta 85 años. Más del 90 por ciento de ellos fueron dados de alta en cinco días, aunque algunos permanecen hospitalizados pero estables, reveló el diario israelí.
Arber y su equipo, incluido el doctor Shiran Shapira, desarrollaron el fármaco basándose en una molécula que el profesor ha estado estudiando durante 25 años llamada CD24, que está presente de forma natural en el cuerpo.
Los pacientes recibieron el fármaco inhalado EXO-CD24, desarrollado en el Centro Médico Sourasky. El ensayo de fase II confirmó los resultados de la fase I, que se llevó a cabo en Israel el invierno pasado y vio a 29 de 30 pacientes en condición moderada a grave recuperarse en unos días.
“Los médicos informaron que esto es muy alentador y respalda nuestra esperanza de que este fármaco pueda cambiar las reglas del juego”, dijo Nadir Arber a The Times of Israel. El ensayo halló que ninguno de los pacientes necesitaba ser intubado o utilizado ventiladores. Ninguno murió, a pesar de la gravedad de sus afecciones.
“Los pacientes seleccionados tenían una enfermedad de gravedad moderada a alta, y se esperaba que algunos estuvieran intubados o permanecieran en el hospital por más tiempo”, dijo Arber.