Yamiri Rodríguez Madrid
Este fin de semana estuvo plagado de buenas noticias para el sur de Veracruz, específicamente para Coatzacoalcos, esto luego de que el Presidente anunciara ahí que este año se inaugura el tren de carga y pasajeros que recorrerá todo el Istmo de Tehuantepec y que se invertirán 120 mil millones de pesos para la planta de licuefacción y la coquizadora.
De acuerdo con los datos comprometidos por el Ejecutivo Federal, la Secretaría de Marina rehabilita 400 kilómetros del ferrocarril que corre de Ixtepec a la frontera con Guatemala, además de que se conectará a Coatzacoalcos con Cancún y Palenque para conectar con el Tren Maya. A la par, se modernizará el Puerto de Coatzacoalcos para responder al nuevo contexto comercial, donde 70 por ciento de las mercancías arriban vía marítima por el océano Pacífico y eso incluye que pronto iniciará la construcción en Veracruz de 5 de los 10 parques industriales que también forman parte del CIIT para asegurar empleo a los 25 mil trabajadores.
La Presidenta de la Comisión Permanente de Corredor Interoceánico, Zonas Libres y Desarrollo Económico del Congreso Local, Eusebia Cortés Pérez, afirmó que más de 70 municipios tendrán un impulso económico con el que se revertirá la pobreza y la marginación y cuánta razón tiene, pues por más de una década esa zona de Veracruz ha estado sumida en la violencia y la desesperación.
Luego del boom económica que tuvo Coatzacoalcos con el petróleo, la ciudad poco a poco comenzó a tornarse en un referente nacional de la violencia. En 2019, por ejemplo, en un salón en Minatitlán en donde se celebraba una fiesta familiar, irrumpió un comando que disparó directamente contra un grupo de personas; el saldo fue de 14 muertos, entre ellos un bebé de apenas un año de edad.
Cuatro meses después, en Coatzacoalcos, el Bar Caballo Blanco fue atacado por un grupo delincuencial que entró disparando, degolló al menos a dos personas y roció gasolina para después prender fuego al lugar. En el sitio murieron 23 personas; conforme pasaron las horas, el número de víctimas mortales fue aumentando, hasta que 11 días después se confirmaron 30 decesos. Los secuestros y la quema de negocios estuvieron a la orden del día.
Hoy, para fortuna de sus habitantes y de todo Veracruz, pareciera que esos días quedarán en el pasado, que habrá oportunidad laboral para miles de personas en el sur y que la región volverá a ser sinónimo de bonanza económica.