Ciudad del Vaticano.- Al final de la Audiencia General, el papa Francisco expresó su cercanía y oración a la comunidad católica mexicana afectada por el asesinato de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, ocurrido el 20 de junio en Cerocahui, Diócesis de Tarahumara.
Las palabras del Papa también incluyeron «dolor y consternación» por el crimen contra los religiosos y un laico mexicanos.
El día previo, la Compañía de Jesús y la Provincia Mexicana de los Jesuitas también expresaron su indignación ante los hechos y afirmaron que «no callarán la realidad que lacera la sociedad». No sólo por los asesinatos -ya en extremo graves- sino por la sustracción de los cuerpos de los religiosos y el laico luego de ser ultimados que impide dar cristiana sepultura a las víctimas.
El Prepósito General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, también expresó su dolor al enterarse del asesinato de los jesuitas en México: «Estoy conmocionado y triste por esta noticia. Mis pensamientos y oraciones están con los jesuitas en México y con las familias de los hombres. Tenemos que poner fin a la violencia en nuestro mundo y a tanto sufrimiento innecesario».
Con información de VC Noticias