Yamiri Rodríguez Madrid
La obra pública, sin importar si es municipal, estatal o federal siempre ha sido codiciada por los montos millonarios que representa; aun en estos tiempos en los que supuestamente se combate la corrupción “como nunca”, hay áreas en Veracruz que no solo cobran el diezmo por asignación de obra a los contratistas, sino el 20 y hasta el 30 por ciento del monto total de la obra.
No sé, si en un intento genuino por frenar esto o simplemente por seguir una tendencia de transparencia, el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), participó en una reunión de trabajo con el Laboratorio de Obra Pública de Tlaxcala, el cual comenzó a operar el pasado mes de mayo y permite recolectar muestras durante las auditorías, las cuales son analizadas en ese espacio especializado.
El año pasado, cuando el huracán Grace impactó en Veracruz, se llevó parte de un tramo carretero recién inaugurado por el Gobernador y los 20 millones de pesos que se invirtieron en los trabajos. Ha pasado un año y aunque algunos diputados locales de oposición exigieron cuentas durante la comparecencia del titular de la SIOP, poco hemos conocido los ciudadanos, los que contribuimos con nuestros impuestos, en cuál fue la sanción para la constructora y si sigue haciendo más trabajos en otros puntos de la entidad.
Como este hay muchos ejemplos del presente y del pasado: puentes que se medio edificaron y que no llegan a ningún lado; obras infladas en costo; obras entregadas a empresas recién creadas de compadres y amigos; obras mal hechas que con el paso de unos meses demuestran su calidad.
Ojalá que el Laboratorio de Obra Pública se instale en Veracruz, no como un ornato, sino como una manera de terminar con tanta corrupción que se ha suscitado en torno a la obra pública, por chiquita o grande que esta sea.
@YamiriRodriguez