Yamiri Rodríguez Madrid

La violencia política de género afecta el derecho humano de las mujeres a su desarrollo en la escena pública, en el propio ejercicio de un cargo público.

Este martes, la directora de Administración del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz (TSJ), Joana Bautista Flores, presentó ante la Fiscalía General del Estado una denuncia por violencia política de género, luego de que este fin de semana, circularon maliciosamente fotografías de sus hijas menores con frases inapropiadas.

A decir de la afectada, tiene ya identificados a un hombre y a una mujer, sí, a otra mujer, como los responsables de la difusión que daña no solo su imagen sino también la de su familia.

No es un tema menor, sobre todo cuando el Instituto Nacional Electoral (INE), en su Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género, ubica a Veracruz como uno de los estados donde mayor incidencia hay.

De los 246 registros que se tenían hasta este 28 de agosto, con 220 personas sancionadas, en nuestro estado hay 32 casos, lo que nos ubica como la segunda entidad con mas agresiones de este tipo, solo después de Oaxaca.

El año pasado, la diputada local Anilú Ingram Vallines presentó una denuncia por violencia política de género en contra del entonces secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, quien públicamente la criticó por su apariencia. Ahora es Joana Bautista quien acude a presentar su denuncia, rompiendo con ello ese mito de que para estar en la política hay que tener “el cuero duro”. Una cosa son las críticas al desempeño de las mujeres en los cargos encomendados y otra que permitan faltas de respeto e insultos contra ellas y, peor aún, contra sus familias.

Poco a poco se avanza en el combate a las agresiones contra las mujeres, de cualquier tipo, y quienes son representantes o funcionarias hacen bien en poner el ejemplo de que no se tolera la violencia de género en la forma que sea.