Ante la disolución de una selecta unidad antinarcóticos que durante 25 años trabajó mano a mano con la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) en el combate al crimen organizado, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que el grupo estaba «infiltrado por la delincuencia».
“Eso se hizo hace como un año (el cierre de la unidad) y se demostró que ese grupo estaba infiltrado por la delincuencia, que inclusive uno de sus jefes está siendo juzgado en Estados Unidos”, aseveró López Obrador.
Cuestionado sobre si ese “jefe” es Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad en el sexenio de Felipe Calderón, el presidente aclaró que se trata de otra persona.
“Otro”, precisó AMLO.
El grupo era una de las unidades de investigaciones especiales (SIU, por sus siglas en inglés) que operan en unos 15 países y que los funcionarios estadounidenses consideran invaluables para desmantelar poderosas redes de contrabando y atrapar a innumerables capos de la droga en todo el mundo.
Ante esto, durante su conferencia de prensa mañanera, el mandatario mexicano reiteró que dicha disolución sucedió hace más de un año, sin embargo, aseveró que se mantiene la cooperación con organismos internacionales encargados de seguridad, pero respetando la soberanía del país.
López Obrador recordó que ya no son los tiempos de antes, como en el sexenio de Felipe Calderón, cuando entraban y metían armas de Estados Unidos.
«Ya no es el tiempo en que estaba Calderón y Sarukhán de embajador, y entraban y metían hasta armas, ya no es el tiempo de los operativos esos, como el Rápido y Furioso, ya no», reiteró AMLO.
En México, los más de 50 oficiales de esa unidad policial de la DEA fueron considerados entre los mejores del país y trabajaron en los casos más importantes, como la captura en 2016 de Joaquín «El Chapo» Guzmán, entonces el jefe del poderoso Cártel de Sinaloa. _Con información de Reuters